Dirección: Espejo y Flores 779, Centro Histórico
de Quito
Horarios de atención: Lunes a viernes 09h00 a 17h00 /Sábado
09h00 a 12h30
Precio: Adultos 2,50 USD; Universitarios 1,00
USD; Niños, tercera edad y personas con capacidades diferentes 0,60 USD
Después
de más de 400 años en el misterio, las Madres del Claustro de la orden de
Predicadores, abrieron sus puertas al público a través del Museo Monacal de
Santa Catalina de Siena el 10 de agosto del 2005. El museo cumple su misión
evangelizadora mediante la exposición de su patrimonio artístico-religioso,
cuenta con obras originales de la Escuela Quiteña de artes, pinturas de
Samaniego y esculturas de Legarda, entre otros artistas.
Los
muros de este monasterio son testigos de episodios históricos. Aunque usted no
lo crea, la edificación fue hecha sobre las ruinas del templo incaico dedicado
a las vestales de las Vírgenes del Sol. Ahí encontró refugio Manuelita Sáenz,
igual, el Dr. José de Ascásubi, Prócer de la Independencia; también, los restos
mortales del ex presidente Gabriel García Moreno permanecieron escondidos
durante años.
El
museo monacal fusiona arte, historia, leyenda y el carácter evangelizador de
cada lienzo y escultura. Está junto a la iglesia, tiene un ingreso especial,
por el lado izquierdo, lugar en el que se compran los jarabes y las hostias.
Las obras como esculturas, lienzos, textiles, platería y otros bienes conservan
las características de la Escuela Quiteña, se las exhiben en seis salas y en
dos pasillos.
El
museo dispone de nueve salas y dos pasillos, donde los visitantes pueden
observar pinturas y esculturas del siglo XVIII, así como algunos instrumentos
utilizados por las hermanas para la elaboración de bordados, prendas de vestir
y productos (tanto de consumo como de uso tópico), elaborados con ingredientes
naturales.
Así
también, en una urna se exhiben parte de los restos de Gabriel García Moreno
junto con fotografías y una gorra, con las que habría sido sepultado el ex
presidente en el interior del Monasterio.
El
recorrido inicia en un espacio reducido donde se encuentra la ‘banca de la
fertilidad’, un mueble del siglo XVIII perteneciente a Sor Catalina de Jesús
Herrera, guayaquileña que formó parte de esta comunidad religiosa a la edad de
23 años.
Otro
de los rincones, muy visitado por los nacionales y extranjeros, es la sala de
las advocaciones de la Virgen María, donde su imagen reposa sobre un lecho
fabricado en madera y a su medida.
La
visita guiada continúa por todo el lugar hasta llegar al sitio destinado para
el coro, desde donde las internas acompañaban las misas del domingo con
cánticos religiosos. Finalmente los visitantes pueden subir al campanario,
desde donde se puede observar una panorámica de la ciudad en sus cuatro puntos
cardinales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario